Juicio Rápido

¿Cómo se trámita el juicio rápido?

Cuando un delito presenta las características que hemos mencionado, su enjuiciamiento debería ser bastante directo. Por esta razón, el juicio rápido tiene como objetivo reducir los plazos y simplificar los trámites en el proceso penal. La legislación permite que ciertos delitos que cumplen con criterios específicos y que se tramitan mediante el procedimiento abreviado puedan ser procesados de manera más ágil.

Este proceso de enjuiciamiento rápido se lleva a cabo cuando los delitos cometidos son de fácil y rápida instrucción, y se realiza mediante diligencias urgentes en el juzgado de guardia.

Sin embargo, este proceso tiene la peculiaridad de poder terminar durante la misma instrucción en caso de acuerdo, mediante sentencia de conformidad.

FASES DEL JUICIO RAPIDO

Las etapas del procedimiento rápido comprenden los siguientes pasos:

1. Apertura de diligencias: Antes del inicio del juicio, la policía debe llevar a cabo diversas acciones en un plazo máximo de 72 horas antes de presentar al detenido ante la autoridad judicial. Estas acciones incluyen la solicitud de informes médico-forenses, la notificación de los derechos al denunciado (especialmente el derecho a ser asistido por un abogado), la citación de denunciados que no hayan sido detenidos y de posibles testigos, así como la realización de análisis por parte del Instituto de Toxicología, Instituto de Medicina Legal u organismos similares. Además, en ciertos casos, se pueden llevar a cabo pruebas de alcoholemia o tóxicas.
2. Fase de instrucción: Su propósito es establecer la narrativa de los hechos que serán juzgados. Se lleva a cabo en el Juzgado de Guardia mediante diligencias urgentes. Durante esta fase, se pueden solicitar medidas cautelares o lograr el sobreseimiento. En el juicio rápido, el acusado tiene la opción de negociar con el fiscal, permitiendo al juez emitir una sentencia de conformidad. En estos casos, la pena propuesta por el fiscal se reduce en un tercio.
3. Juicio oral: Si el acusado no llega a un acuerdo con el fiscal, debe presentar un escrito de defensa. En un plazo de 15 días, se le citará en el Juzgado de lo Penal para llevar a cabo el juicio oral. Después de la vista, el juez tiene un plazo de 3 días para dictar sentencia. En algunos casos, el juicio puede concluir mediante la aceptación de un decreto.
4. Apelación de la sentencia: La sentencia puede impugnarse presentando un escrito de apelación dentro de un plazo de 5 días. Así, incluso después de la conclusión del procedimiento, un abogado penal competente podría evitar una condena definitiva.

Se recomienda que, al recibir una citación para un juicio rápido, se contacte de inmediato con un abogado para recibir el asesoramiento adecuado, preparar la estrategia a seguir o, al menos, analizar las posibilidades de presentar una defensa o llegar a un acuerdo.

En caso de conformidad, la ventaja principal es que el acusado puede beneficiarse con un tercio de descuento sobre la pena asignada.

Consejos frente al Proceso Rápido

Dado que los plazos del juicio rápido son sumamente cortos y existe la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Ministerio Fiscal para reducir la condena, resulta fundamental contar con la representación de un abogado especializado en derecho penal y con experiencia en juicios rápidos.

Un abogado con pericia en estos procedimientos estará en capacidad de:

• Evaluar si la aceptación de una sentencia de conformidad es más ventajosa que presentar una oposición.
• Analizar la viabilidad y los riesgos asociados a cada opción.
• Defenderse adecuadamente contra las acusaciones, evitando, en su caso, la imposición de una condena.

De modo que una persona detenida o que haya recibido una citación a juicio rápido, deberá contactar lo antes posible con un abogado especialista en derecho penal.